No es Messi, es Doku

En la que debió ser una noche emocionante y emotiva, por la calidad de los equipos, y por la vuelta de De Bruyne al Etihad, fue otro belga, Doku, quien marcó las pautas de un encuentro espeso. Haaland abrió la lata cuando se inició el segundo tiempo y, diez minutos más tarde, Doku sentenció con una jugada mágica. Es el hombre del momento. Está en forma el atacante. La andadura del Manchester City empezó con buen pie. El Nápoles deberá recuperar el paso en las próximas jornadas.

El tan esperado regreso de De Bruyne apenas duró 26 minuntos. Los que fueron desde los segundos previos al inicio del choque, cuando la grada coreó su nombre, hasta la ovación que su exhinchada le brindó cuando fue sustituido. Entró Olivera después de que Di Lorenzo fuese expulsado por derribar a Haaland siendo el último hombre de la defensa. Previamente, un cabezazo de Beukema obligó a Donnarumma a hacer la primera parada importante del encuentro. Luego, con un hombre más sobre el césped, el City tomó el control. Aunque le costó poner en apuros a los visitantes. Cuando lo hizo, en los minutos finales del primer tiempo, Milinkovic-Savic se erigió como héroe y salvador de los italianos. Lo sacó todo. Un tiro lejano de Foden, una volea de Rodri, un cabezazo de O’Reilly y otro de Gvardiol.

Siguió esa tónica en el segundo tiempo, y Haaland abrió la lata a los diez minutos. Con el Nápoles replegado, el City movió el esférico con calma en la frontal del área. Allí, Foden picó el balón deliciosamente para que Haaland marcase con un cabezazo en carrera que superó a Milinkovic-Savic por arriba. Esta vez sí. Y en la siguiente también. Los mancunianos dominaban, y Doku se encargó de cerrar el partido con un gol sublime superada la hora de juego. Recibió de espaldas y en una jugada messiana se giró con el balón pegado a la bota, se metió entre tres defensas y marcó con un tiro raso. Potencia, talento y definición. Fue un golazo. Aceptó la derrota el Nápoles, resignado. Bajó el ritmo el City, seguro. La hinchada visitante quedó decepcionada, y la local se acordó nuevamente del que fue su ídolo durante la última década. El nombre de De Bruyne resonó nuevamente instantes antes al pitido final.

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