Consiguió su -dicen que- ansiado Oscar en 2015 con El Renacido en la que era su quinta nominación, pero ha sido ahora cuando Leonardo DiCaprio ha cumplido uno de los grandes sueños de su carrera: trabajar junto a Paul Thomas Anderson, uno de los mejores directores de cine actuales.
Pudo hacerlo en los años 90, con la película generacional Boogie Nights lo situó en el mapa, pero el actor ya se había comprometido con la taquillera Titanic que lo convirtió en una gran estrella de cine internacional. El protagonista de la película finalmente fue Mark Wahlberg, mientras que DiCaprio quedó fascinado con el resultado y con una espinita clavada en el corazón.
«Es posible que se arrepienta»: en 1997, Leonardo DiCaprio tuvo que elegir entre ‘Titanic’ y otra película de culto
Ahora ha podido quitársela con Una batalla tras otra, una comedia de acción que protagoniza junto a Benicio del Toro y que ha sido líder de taquilla mundial en su primer fin de semana en cartel.
La nueva película de Paul Thomas Anderson ha recaudado un total global de 48,5 millones en su debut -22,4 millones de dólares en cines norteamericanos y otros 26,1 millones de dólares a nivel internacional-. Un nuevo triunfo para una película que ya tiene el honor de ser una de las mejores películas del año -tiene una puntuación perfecta de 96% por parte de la crítica en Rotten Tomatoes- y que ya se señala como la gran contendiente al título de Mejor película en la próxima edición de los Premios Oscar.
El gran hándicap de ‘Una batalla tras otra’ es su presupuesto
Sin embargo, Una batalla tras otra tiene un hándicap en su camino al éxito: su enorme presupuesto. Tal y como apunta Variety, la producción de la película costó más de 130 millones y su comercialización otros 70 millones, por lo que su recaudación inicial de 48,4 millones de dólares todavía está muy lejos de la rentabilidad. Para llegar al punto de equilibrio necesitaría unos 300 millones de dólares a nivel mundial -puesto que la venta de entradas suele dividirse al 50% entre los estudios y los operadores de cines- y así recuperar la enorme inversión.
No es fácil que lo consiga, pero tampoco es imposible. Mientras su larga duración de casi 3 horas y la clasificación por edades de la película no juegan a su favor, sí lo hacen el hecho de las buenas críticas y de estar siendo considerada como la gran contendiente de los Oscar, así como el hecho de estar protagonizada por una estrella como Leonardo DiCaprio. También jugará a su favor que esté el máximo de tiempo posible en salas de cine.
En cualquier caso, Una batalla tras otra ya ha recaudado más de la mitad del total recaudado por la película más taquillera de Paul Thomas Anderson, Pozos de ambición de 2007, que recaudó 76,4 millones de dólares a nivel mundial.