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septiembre 30, 2025
Steiner: En Ferrari debe haber arrepentidos por el cambio entre Sainz y Hamilton
septiembre 30, 2025Monza, Bakú, Singapur y Las Vegas. Estos eran los circuitos marcados en rojo en el calendario de Charles Leclerc, las oportunidades más concretas para romper el ayuno y conseguir su primer triunfo de la temporada. Un balance que, por ahora, desgraciadamente sigue siendo amargo, ya que el Cavallino es el único equipo puntero que aún no ha logrado un éxito en 2025 y, a pesar de las esperanzas depositadas en los dos últimos Grandes Premios, la cifra no ha cambiado.
Tanto la ronda italiana como la de Azerbaiyán, aunque con características muy diferentes, han puesto de manifiesto la crónica falta de carga aerodinámica del SF-25, obligándole a recurrir a soluciones más extremas. El problema es que, cuando Ferrari toma este camino, siempre hay alguien capaz de ir más allá y, sobre todo, de hacerlo funcionar.
La limitación es que el coche italiano no tiene un verdadero punto fuerte capaz de destacar sobre sus rivales, sino más bien características más ecuánimes, útiles para adaptarse a diferentes pistas, pero que al mismo tiempo limitan sus picos de rendimiento en comparación con sus rivales, que en cambio pueden permitirse ser aún más forzados en sus elecciones dadas las cualidades de sus respectivos coches.

Charles Leclerc, Ferrari
Por eso, después de Bakú, Leclerc no ocultó que será muy difícil ganar un GP de aquí a final de temporada y, de hecho, es un escenario que se acerca a la realidad. Una victoria no cambiaría la faz de la temporada, porque las expectativas eran muy diferentes y las criticidades estructurales del SF-25 siguen siendo evidentes, pero aún así representaría una prueba de orgullo para dar impulso al grupo también en términos de moral.
La próxima oportunidad identificada por el Cavallino para perseguir este objetivo es Singapur, un desafío profundamente diferente de las otras tres pistas que premian la eficacia por encima de todo. En Marina Bay cuentan la carga aerodinámica pura y el agarre mecánico garantizado por los neumáticos en las curvas más lentas: factores que volverán a situar a McLaren entre los protagonistas y como favorito tras dos GP de «sufrimiento».
Las altas temperaturas, la gestión de los neumáticos blandos, la elevada carga exigida y las curvas cerradas, donde es fundamental contar con un monoplaza preciso tanto en la entrada como en la salida, son condiciones que han exaltado al MCL39. Un contexto favorable, aunque en realidad el coche de Woking tiende a rendir aún mejor en las curvas de velocidad media.

Charles Leclerc, Ferrari, Lando Norris, McLaren
Foto de: Joe Portlock / LAT Images vía Getty Images
Es precisamente esta característica, junto con el manejo más suave de los neumáticos, lo que ha llevado a Frederic Vasseur a establecer paralelismos entre los coches de Woking y Maranello. Sin embargo, sigue habiendo áreas en las que el MCL39 consigue ser claramente más incisivo, tanto aerodinámica como mecánicamente.
Cuando se ve obligado a hacer concesiones, el SF-25 tiende a sufrir especialmente en las curvas lentas, donde se produce subviraje cuando se necesita direccionalidad en la parte delantera. Es uno de los límites más pesados que han aquejado al monoplaza italiano a lo largo de la temporada, un defecto que sólo en algunos Grandes Premios consigue enmascarar parcialmente, cuando las condiciones permiten hacer concesiones y aumentar la carga.
En este sentido, la pista de Singapur es muy diferente a la de Bakú. En Azerbaiyán, aparte de la baja carga, hay muchas zonas en las que se frena con el coche básicamente recto, y luego se toman curvas de 90°. No es casualidad que en esas pocas secciones donde se requiere una entrada más agresiva, como la última curva, el SF-25 mostrara todas sus limitaciones, perdiendo ostensiblemente tanto en la aproximación como en la salida.

Charles Leclerc, Ferrari
Fotografía de: Andy Hone/ LAT Images vía Getty Images
Este es el primer obstáculo que tendrá que superar en Singapur. Si bien es cierto que el trazado asiático está formado por curvas bastante secas y de baja-media velocidad, por otro lado, en varios tramos de frenada no se frena con el coche totalmente recto, sino en una ligera fase de rotación para luego empujar en la entrada. Es precisamente en este tipo de frenada y entrada combinadas donde el SF-25 ha sufrido en el pasado.
Un poco como en Mónaco, hay algunos elementos que podrían ayudar. La pista está formada por curvas de velocidad media y baja, lo que reduce los compromisos en la búsqueda de la puesta a punto. Además, la posibilidad de cargar los alerones permite compensar parcialmente la carga que falta desde abajo, teniendo en cuenta también que, al ser un circuito urbano, todo el mundo tiende a levantar el coche. Elementos que, en pequeña medida, dan un poco más de confianza, pero será necesario un fino trabajo de ajuste para superar los problemas crónicos del SF-25.
Sin embargo, hay otro aspecto que no se puede pasar por alto: la calificación. Uno de los puntos débiles más evidentes del monoplaza 2025 sigue siendo su rendimiento en vuelta rápida, donde rara vez consigue entrar en la ventana ideal y extraer todo el potencial de los neumáticos. En carrera, el SF-25 suele tener mejor ritmo, pero si sale demasiado atrás esta ventaja acaba quedando oculta, en parte porque no puede replicar el progreso de sus rivales a lo largo del fin de semana.
Posición media en clasificación * | Mejora Q2-Q3 (s) | Mejora Q2-Q3 (%) | |
Piastri | 2,12 | -0,35 | -0,41% |
Verstappen | 3,18 | -0,42 | -0,53% |
Russell | 4,1 | -0,33 | -0,42% |
Leclerc | 5,1 | -0,23 | -0,3% |
* Excluyendo problemas técnicos, clasificación en mojado y qué sprints |
Viendo los datos y tomando como referencia a los pilotos más en forma de cada equipo puntero, Oscar Piastri, Max Verstappen, George Russell y Charles Leclerc, queda claro que el monegasco es el que tiene una posición media de salida más baja y el piloto que menos mejora entre la Q2 y la Q3. Una confirmación de la tendencia del monoplaza italiano a luchar en las últimas vueltas cuando se trata de encontrar las últimas décimas. Un tema que será aún más central en Singapur, donde adelantar a un rival es cualquier cosa menos sencillo.
Se jugará mucho en el equilibrio entre tener los neumáticos a punto al inicio de la vuelta y la capacidad de gestionar el calor acumulado durante el resto de la tanda, así como ser capaz de encontrar las últimas décimas justo cuando en la Q3 hay que extraerlo todo del pelotón. En este contexto, más que mirar hacia arriba, será crucial levantarse primero y completar un fin de semana limpio para ganar puntos en el campeonato de constructores, porque en las últimas rondas a la Rossa le ha faltado no sólo rendimiento, sino también ejecución, quizá uno de los aspectos en los que más había convencido en una temporada parca en alegrías.
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