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mayo 14, 2025Asa Akira no quiere que tu hijo adolescente aprenda sobre sexo a través de sus videos.
«Para mí es devastador que la primera experiencia sexual de alguien pueda ser una escena mía de gang-bang. Eso no está bien», aclara Akira, de 40 años, desde el interior de una espaciosa villa en el hotel Sunset Marquis en West Hollywood, donde ella y otras estrellas del porno se están peinando y maquillando para la séptima edición anual de los Pornhub Awards en el cercano Saddle Ranch Chop House.
La suite, que cuenta con un piano de cola actualmente rematado con diferentes estilos de pestañas postizas, tiene el inconfundible olor ligeramente a quemado del pelo recién alisado. Un televisor reproduce videos musicales de Lady Gaga y Avril Lavigne; me han dicho que un tema de Katy Perry fue objeto de burlas implacables ese mismo día.
La educación sexual
Akira, un titán de la industria de 1.70 m que, según la Internet Adult Film Database, ha aparecido en más de 900 películas para adultos, entiende la preocupación por el hecho de que los menores vean porno, pero no cree que sea un problema que deba resolver su industria. Más bien cree que es un problema de la sociedad que debería abordarse con una educación sexual más práctica.
Asa Akira en el hotel Sunset Marquis.
Foto: Skye Battles
«Si tuviéramos una mejor educación sexual, los jóvenes no verían el porno como una educación, igual que no ven una película para aprender cómo actuar en el mundo… Cuando se trata de sexo, o incluso de estar desnudos, hablamos muy poco de ello. Por supuesto, cuando tienen curiosidad natural a cierta edad, lo único que pueden ver ahora es porno, y claro que van a ver».
Puede que les resulte más difícil verlo hoy en día, dependiendo de dónde vivan. La semana pasada, la Cámara de Representantes de Arizona aprobó un proyecto de ley que obliga a los sitios web para adultos a comprobar que sus visitantes tienen al menos 18 años. Si la gobernadora Katie Hobbs lo convierte en ley, Arizona se convertirá en el 21º estado en aprobar una medida similar desde que Luisiana iniciara la tendencia en 2022. Pero en la mayoría de los casos, en lugar de depender de servicios de terceros para recopilar los datos de identificación de las personas, Pornhub ha optado por eliminar su contenido de las jurisdicciones afectadas, lo que significa que ya no está disponible en al menos 17 estados.
Alex Kekesi, vicepresidente de marca y comunidad de Pornhub, afirma que el sitio accedió a verificar la edad de los usuarios en Luisiana, pero esto provocó una caída del tráfico del 80% porque la gente no quería entregar sus documentos de identidad. Aunque Kekesi señala que Pornhub está a favor de evitar que los menores vean porno, la empresa no cree que estas prohibiciones sean la forma correcta de hacerlo. Aun así, Pornhub sigue siendo uno de los sitios web más visitados del mundo, lo que demuestra que el consumo de pornografía, a pesar de ser controversial, es de hecho extremadamente mayoritario.
De izquierda a derecha: Jordan Firstman, Asa Akira, Queenie Sateen, Elly Clutch y Alex Kekesi.
Foto: Skye Battles
WIRED pasó un día en Los Ángeles con Akira y otras grandes estrellas de Pornhub mientras se preparaban y asistían a la entrega de premios. El evento estaba ambientado en el Oeste, a pesar (o quizá debido) a que la mayor parte de la legislación sobre verificación de edad en Estados Unidos procede de los estados del Sur. Las estrellas que asistieron hablaron de cómo la censura en las redes sociales y la gran reducción de la huella de Pornhub están afectando a sus beneficios, los pros y los contras de rodar porno de estudio «convencional» frente a la autopublicación de sus propios videos, las dificultades de las citas en línea y la celebración del porno transgénero (una categoría que ha ido aumentando constantemente en popularidad) bajo una administración presidencial que es abiertamente hostil a los cuerpos trans.
“A los ojos de mis hijos, soy una ama de casa”
Pornhub está en un tema de rehabilitación de imagen. En diciembre de 2023, su matriz canadiense Aylo admitió en un tribunal federal de Brooklyn haberse lucrado con las ganancias de videos de tráfico sexual. Una investigación del The New York Times de 2020 reveló múltiples acusaciones que acusaban al sitio de alojar (y monetizar) videos que mostraban abusos a menores; también ha sido demandado por decenas de mujeres que lo acusan de tráfico sexual. Como parte de un acuerdo con el gobierno estadounidense, en 2023 Aylo, que ha sido adquirida por la empresa de capital de riesgo Ethical Capital Partners, consintió en someterse a un monitor independiente durante tres años y pagar una multa y daños y perjuicios. También publica informes de transparencia dos veces al año, afirma haber reforzado la forma en que verifica las identificaciones y liberaciones de quienes suben y actúan en el sitio, y se ha asociado con la Internet Watch Foundation para crear un conjunto de buenas prácticas para los sitios porno con el fin de evitar la publicación de material de abuso sexual infantil.
«Somos muy estrictos en lo que respecta a nuestro protocolo de confianza y seguridad», indica Kekesi, que añade que están incorporando la IA a la moderación de contenidos.
Cuenta que Pornhub admite un sistema de verificación de la edad de los usuarios que podría hacerse a través del teléfono de una persona, en lugar de utilizar un sitio de terceros. Parte de la razón por la que ha estado haciendo tanta prensa, añade, es que quiere que los gobiernos y las empresas tecnológicas «colaboren y trabajen juntos en una solución eficaz.»
Pero muchos políticos estadounidenses están adoptando una postura mucho más dura. La semana pasada, el senador estadounidense Mike Lee, republicano de Utah, presentó un proyecto de ley que penalizaría la pornografía a nivel federal.
«La obscenidad no está protegida por la Primera Enmienda, pero unas definiciones legales confusas e inaplicables han permitido que la pornografía extrema sature la sociedad estadounidense y llegue a innumerables niños», declaró Lee en un comunicado de prensa en el que promovía la Ley Interestatal de Definición de la Obscenidad. El proyecto de ley se centra en «actos sexuales reales o simulados con la intención objetiva de excitar, excitar o gratificar los deseos sexuales de una persona» y en contenidos que «carecen de valor literario, artístico, político o científico serio».
Un video con cámara oculta publicado el año pasado por la organización británica sin fines de lucro Centre for Climate Reporting mostraba al coautor del Proyecto 2025, Russell Vought, expresando que las leyes de verificación de edad eran una forma «encubierta» de promulgar una prohibición federal del porno.
«Tenemos una serie de estados que están aprobando esto y, ya sabes, lo que sucede es que la empresa porno luego dice: ‘No vamos a hacer negocios en su estado’, que por supuesto es totalmente lo que buscábamos, ¿verdad?» comentó Vought, un nacionalista cristiano que ahora es jefe de la Oficina de Gestión y Presupuesto del gobierno federal.
Las leyes de verificación de la edad han dado lugar a demandas, tanto de gobiernos estatales que demandan a operadores de sitios web por presunto incumplimiento como de grupos de entretenimiento para adultos que demandan a los estados por violar las leyes de libertad de expresión. El Tribunal Supremo de Estados Unidos está revisando actualmente un caso de Texas, que podría tener enormes implicaciones para el futuro de las leyes de verificación de la edad.
Estas medidas parecen estar, al menos en parte, motivadas ideológicamente como parte de un impulso más amplio para que los estadounidenses vuelvan a los valores cristianos ultratradicionales, tengan muchos hijos y adopten los roles de género de la vieja escuela.
Lo curioso es que, cuando le pregunto a Akira cómo compagina su carrera en el porno con ser madre de un niño de 4 y otro de 6 años, me dice que su trabajo le ha permitido estar cerca de sus hijos todo el tiempo.
«A los ojos de mis hijos, soy una madre que se queda en casa», explica, sentada frente a un espejo de dos metros de alto, con una sombra de ojos turquesa brillante que contrasta con la camiseta gris holgada y la sudadera que lleva puesta. «Me preocupa un poco que no entiendan el concepto de trabajo, porque estoy en casa cuando ellos lo están».
Los propios padres de Akira son inmigrantes japoneses, pero como ambos son creativos, dice que no fueron tan estrictos con ella como cabría esperar. Aun así, la enviaron a un colegio privado y, aunque la apoyaban, «literalmente preferirían que hiciera cualquier otra cosa en el mundo», manifiesta riendo.
Queenie Sateen y Asa Akira llegan a la 7ª edición de los premios Pornhub.
Foto: Skye Battles
Cuando ella y su marido decidieron formar su propia familia, hace unos siete años, dejó de rodar escenas con compañeros porque lleva demasiado tiempo. Además, su marido se pondría demasiado celoso, añade.
«No podría soportarlo», dice.
Aunque es sincera con sus hijos sobre la procedencia de los bebés y los nombres adecuados de las partes íntimas, son demasiado pequeños para entender a qué se dedica, así que les dice que es productora de vídeo.
«No quiero mentirles. Y espero estar sentando todas las bases para que, cuando llegue el momento de decírselo, pueda decirles: ‘Bueno, ya saben cómo hago los videos: son solo para adultos'».
Los picos y los valles del porno
Akira empezó como dominatrix en su Nueva York natal a los 19 años, antes de pasarse al cine para adultos. Al principio, se dedicaba sobre todo a películas rodadas por estudios, y le gustaba.
Asa Akira en el hotel Sunset Marquis.
Foto: Skye Battles
«Estar en el plató, que la gente me mire… Tú y el otro actor fuerzan esta química para crear un producto con el que la gente se va a masturbar. Para mí, todo eso es excitante».
Pero autopublicar videos en solitario en Pornhub o OnlyFans, como hace ahora, significa que se queda con una parte mucho mayor.
«Hay gente que gana millones al mes en OnlyFans», refiere, aunque no quiere revelar sus propias ganancias. En el apogeo de su carrera en los estudios, llegó a ganar hasta 4,000 dólares por algunas escenas de tríos, pero afirma que los artistas de estudio no suelen ver ningún dinero adicional más allá de lo que ganan el día del rodaje.
Su compañera Queenie Sateen, embajadora de Pornhub y candidata al premio a la mejor actriz lesbiana, solo lleva tres años en el mundillo y ha hecho sobre todo porno de estudio: «Es más glamuroso», opina. Admite que haberse centrado menos en desarrollar una audiencia masiva en OnlyFans puede haber sido perjudicial para ella. Pero ni siquiera eso es infalible. Menciona que los que más ganan con la autopublicación están viendo «grandes, grandes descensos en sus suscriptores». También ha oído hablar de algunos estudios que utilizan cláusulas de IA en la letra pequeña que les permitirían utilizar la imagen de actores para crear escenas que no han interpretado, otra posible amenaza para su cuenta de resultados, además de ser potencialmente poco éticas.
Queenie Sateen en el hotel Sunset Marquis.
Foto: Skye Battles
«Hay picos y valles, y siento que estamos en un valle», argumenta. Como músico, dice que se ha planteado «reorientarse» en esa dirección si el porno sigue siendo menos lucrativo. Akira comenta que su principal fuente de ingresos ha variado a lo largo de los años, desde giras por clubes de striptease hasta suscripciones a Snapchat Premium, pasando por su Fleshlight de marca.
Las frecuentes prohibiciones en las redes sociales y la censura no facilitan las cosas. Akira, que está nominada como personalidad favorita de las redes sociales, tiene su séptima cuenta de Instagram porque, según dice, Instagram cerró las seis anteriores. Para evitar más escrutinios, su cuenta actual está tan desinfectada «que es prácticamente fraudulenta». La propia Pornhub fue expulsada de Instagram, donde tenía más de 13 millones de seguidores, en otoño de 2022.
«Hiere mis sentimientos a nivel personal», dice Akira. “A nivel empresarial, hace las cosas muy, muy difíciles. Es difícil vender sexo cuando no puedes promocionarlo en ningún tipo de plataforma mainstream.”
“Quieren mantener a una mujer trans como ese pequeño y sucio secreto”
Natassia Dreams, nominada a modelo trans favorita, va por su decimosexta cuenta de Instagram. Como estrella trans negra, comenta que al ser «una de las más marginadas encima de las marginadas, de las marginadas, de las marginadas en todos los campos, es realmente especial tener estos momentos y levantarnos unas a otras.»
Dreams se metió en el porno en 2004 porque le parecía más seguro que trabajar de acompañante. Pero no ha sido fácil, incluso con el porno trans creciendo en audiencia (hay datos que sugieren que es especialmente popular en los estados rojos) y siendo reconocido por más premios. (Pornhub tuvo cinco categorías trans este año, después de agregar una nueva en 2024). Ella lo atribuye a un aumento de la fluidez en torno al género y la atracción en toda la cultura, pero piensa que las personas trans en el porno convencional a menudo son fetichizadas para la mirada masculina.
Natassia Dreams en el hotel Sunset Marquis.
Foto: Skye Battles
«Siento que no quieren proyectar a la mujer trans como una mujer hermosa, porque está en su fantasía. Quieren mantener a la mujer trans como ese pequeño y sucio secreto», destaca, y añade que quiere ver más guionistas y directores trans, junto con más argumentos románticos.
Aunque todas las mujeres tienen sus «listas de no» (actos sexuales que no quieren hacer) Akira confiesa que es un privilegio poder rechazar un trabajo. Es un lujo que no siempre ha tenido. Cuando empezó, «me hice un nombre rodando contenido fetichista asiático». Cuando aún rodaba con hombres, su lista de ‘no’ acabó incluyendo la vaquera invertida porque es incómoda. ¿La de Sateen? «Nada de mamadas». Dreams, por su parte, esgrime que su lista de prohibiciones incluye a un hombre con el que rodó durante 11 años. Uno de los riesgos laborales del trabajo, advierte, es sentir algo por alguien que es genial en la cama.
«Estás construyendo esta relación pero luego es como, bien, esto es solo trabajo». En el lado opuesto, estar en aplicaciones de citas como Raya, es «muy frustrante».
«La gente espera que seas como esa persona que han visto en los videos».
«Son las personas con las que tus amigos se masturban»
Después de seis horas de peinado, maquillaje, ensaladas y de ponerse los trajes occidentales diseñados por Chris Habana, que ha equipado y puesto accesorios a estrellas como Beyoncé y Rihanna, casi llega la hora del espectáculo.
Akira lleva un vestido azul bebé con hebillas de cinturón, Sateen lleva chaparreras y Dreams un abrigo de piel púrpura forrado de dinero. El trío y un puñado de estrellas más asaltan los pasillos y los jardines del Sunset Marquis para hacerse un millón de fotos familiares con una fuerte carga sexual, mientras los huéspedes del hotel no afiliados a Pornhub miran confusos. Luego se amontonan en un autobús de fiesta y siguen posando para fotos al estilo paparazzi mientras se adentran en la noche.
Natassia Dreams, Asa Akira, Queenie Sateen, Jordan Firstman, Alex Kekesi, Elly Cultch, Jak Hammer y el diseñador Chris Habana en la alfombra roja de los VII Premios Pornhub.
Foto: Skye Battles
Una mujer en la acera de Saddle Ranch pregunta a su amiga quiénes son esas personas.
«Son las personas con las que tus amigos se masturban», responde su amiga.
El Saddle Ranch cuenta con una alfombra roja, colocada frente a una pared de carteles de «Se Busca» al estilo de los cazarrecompensas, en los que aparecen famosas estrellas del porno. Es un asunto informal: el 90% es una fiesta, a la que asisten estrellas como Kim Petras y Diplo. Hay un toro mecánico, una banana gigante con un pañuelo y un sombrero de vaquero, y bolsas de regalo con gomitas de hierba.
Foto: Skye Battles
Foto: Skye Battles
El presentador y cómico Jordan Firstman entrega los premios, que pasan rápidamente, con discursos de aceptación que incluyen frases como «Gracias a todos los que me han cogido tan bien en esta sala». El único discurso que capto que se acerca a un mensaje político viene de Girthmaster, un australiano que empata en «mejor pene» con el español Jordi El Niño Polla. «Supongo que ésta es otra de las razones por las que los inmigrantes son buenos», suelta Girthmaster, de 1.90 m, entre grandes ovaciones.
Jordi El Niño Polla y Girthmaster reciben sus premios de manos del presentador Jordan Firstman.
Foto: Skye Battles
Quizá lo más sorprendente es que, sexualmente hablando, es bastante tranquilo. Firstman, que me cuenta que ha estado en fiestas de Pornhub en el pasado y ha notado una clara falta de orgías, ofrece una posible explicación.
«Creo que es como cuando te ganas la vida con el sexo, los eventos de trabajo tienden a ser más sociales que subidos de tono».
Akira dice que para ella la noche trata de celebrar la positividad sexual en un momento en que eso es cada vez más difícil de conseguir. Luego se pone un poco desafiante.
«Tengo 40 años. Puedo hacer lo que quiera con mi coño. Es un poco triste que eso sea radical».
Artículo originalmente publicado en WIRED. Adaptado por Mauricio Serfatty Godoy.




