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julio 26, 2025En una tranquila esquina de Fisher Island —donde el perfil de Miami brilla a lo lejos y los valores inmobiliarios se murmuran más que se anuncian— Maria Gabriela Rojas Montes de Oca, una eminente arquitecta e interiorista venezolana, camina por la sala de un penthouse en proceso de finalización. Los techos se elevan, los pisos de mármol reflejan la luz, y el sol entra a raudales por ventanales de piso a techo con vista al Atlántico. Pero no es el paisaje lo que capta su atención.
Se detiene junto a un sofá, y acaricia el borde de la tela con los dedos. “Esta costura,” dice en voz baja, “no es solo un detalle. Es la diferencia entre algo que se ve costoso y algo que se siente personal.”
Es una distinción sutil—pero define por completo la filosofía de diseño de Rojas Montes de Oca: el verdadero lujo no se encuentra en la extravagancia, sino en la profundidad emocional.
Reconocida como una de las pocas diseñadoras que ha alcanzado la cima de su industria, ha sostenido un nivel de prestigio y reconocimiento nacional e internacional, gracias a su capacidad para convertir propiedades de alto valor en espacios atemporales que invitan a ser habitados con el alma.
Foyer del penthouse en Fisher Island. | Foto: Kris Tamburello
Un estilo con sustancia
La estética de María Gabriela está profundamente arraigada en el minimalismo refinado y el modernismo contemporáneo, aunque su obra trasciende cualquier etiqueta. Sus espacios son contenidos, sí, pero jamás fríos. Maneja el vacío con la precisión de una escultora y los materiales con la intuición de una poeta. Sus ambientes son cálidos, equilibrados y cuidadosamente iluminados—definidos por geometrías precisas, texturas curadas y luz natural.
“No me interesa diseñar espacios que impacten por cinco minutos,” afirma. “Quiero crear lugares donde se pueda vivir una vida plena—donde la mente descanse y los sentidos respiren.”
Su talento excepcional y visión estética única la han hecho destacar en una industria saturada de tendencias efímeras. Uno de sus mayores reconocimientos fue recibir el Premio de Diseño de Kioto 2024 por la silla Oisho, una pieza de diseño minimalista y sensible que ella co-diseñó y renderizó. Elogiada por su simplicidad emocional, la pieza consolidó su lugar como una figura destacada en el diseño internacional.
Proyectos emblemáticos, una visión singular
El portafolio de Rojas Montes de Oca parece un pasaporte del diseño global. En Lima, Perú, lideró la conceptualización y visualización 3D de Vidal 140, un desarrollo residencial y comercial donde transformó el centro de ventas y el lobby en una experiencia arquitectónica inmersiva. En Madrid, Cat Cay y Aspen, ha colaborado en proyectos residenciales que reflejan una sensibilidad cultural diversa y sofisticada.
María Gabriela Rojas Montes de Oca, arquitectura emocional con mirada curada.
En Miami, estuvo a cargo del diseño integral del Penthouse privado de Fisher Island, una propiedad de 26 millones de dólares publicada en Florida Design Magazine. “Fue uno de los proyectos más desafiantes y gratificantes que he realizado,” dice. “El reto era convertir una escala monumental en algo íntimo. Crear un santuario dentro del lujo más exclusivo.”
Su participación en OKTO – La Gorce Island, una residencia recientemente vendida por 75 millones de dólares, confirmó su papel como fuerza creativa esencial en el diseño de viviendas de ultra lujo. “En este tipo de proyectos hay una presión por ser ostentoso,” reflexiona. “Pero la contención, creo yo, es la forma más elevada de seguridad creativa.”
En otro giro inesperado de su carrera, dirigió la visualización 3D del la coleccion de Anastasio Gianoutsos para la Semana de la Moda de Nueva York. “Trabajar con un diseñador de moda y traducir su visión fue emocionante”, recuerda. “Me recordó que el diseño no es solo arquitectura—es narrativa.”
De Venezuela al liderazgo creativo global
Nacida en Venezuela y graduada con honores en arquitectura, Maria Gabriela comenzó su carrera destacándose por su dominio técnico y sensibilidad estética. Se perfeccionó en herramientas como AutoCAD, 3ds Max, Lumion, SketchUp e InDesign, usando la tecnología no como un atajo, sino como una extensión de su creatividad.
“Con la tecnología, puedo comunicar ideas que aún no existen,” explica. “Permite que el cliente sienta el espacio antes de que se levante una sola pared.”
Hoy, como directora creativa e interiorista principal en Poggi Design, una firma de prestigio especializada en diseño de interiores de lujo, Maria Gabriela desempeña un rol esencial y de alto nivel. Dirige la estrategia creativa, gestiona la planificación del espacio, realiza inspecciones en obra, lidera presentaciones a clientes, y coordina con arquitectos, ingenieros y contratistas para asegurar que la visión se materialice con excelencia.
“Ella no solo diseña espacios,” comenta Juan Poggi, fundador de la firma. “Diseña cómo se siente vivir en ellos. Es una pieza vital en nuestro éxito.”
María Gabriela junto al equipo de Poggi Design. | Foto: Poggi Design
Diseñando un futuro visionario
La visión de Maria Gabriela está firmemente arraigada en Estados Unidos, pero con impacto internacional. En el próximo año liderará tres proyectos de gran envergadura: una residencia de 7,087 sqft en República Dominicana, una casa vacacional de 22,160 sqft en Cat Cay para una familia reconocida a nivel global, y un proyecto en fase creativa en Aspen, Colorado, de 18,813 sqft.
Sin embargo, para ella, el futuro no es solo cuestión de escala—es cuestión de propósito.
Uno de sus sueños más personales es fundar una organización sin fines de lucro que brinde acceso a jóvenes con talento y pasión por el diseño pero sin los recursos económicos para estudiar una carrera formal. “Quiero separar el arte del dinero,” afirma. “Crear un espacio donde la imaginación sea lo primero—y donde no se necesite un apellido famoso para ser tomado en serio.”
La fundación funcionará como un laboratorio creativo, con mentorías, acompañamiento profesional y libertad creativa. “No necesitas un gran portafolio para comenzar. Solo una chispa—y alguien que te ayude a protegerla.”
También se encuentra desarrollando una línea de mobiliario 100% fabricada en Estados Unidos, pensada para competir en un mercado dominado por las casas italianas y francesas. Inspirada en la sobriedad japonesa, la funcionalidad escandinava y la elegancia italiana, la colección promete lanzarse en los próximos tres a cinco años. “Esto va a sacudir el mercado,” asegura. “Y estoy lista para eso.”
Diseño exterior del proyecto “Pinecrest”. Render arquitectónico.
Un talento extraordinario en ascenso global
Maria Gabriela Rojas Montes de Oca no es simplemente una diseñadora: es una fuerza creativa destacada, cuyo trabajo combina técnica de alto nivel, sensibilidad estética y visión de futuro. Ha desempeñado roles esenciales en organizaciones reconocidas y ha contribuido directamente al éxito económico y comercial de proyectos de gran escala. Su trabajo ha sido elogiado por críticos de la industria, ha recibido premios internacionales y ha colaborado con empresas y clientes de prestigio.
Al expandir su presencia en Estados Unidos, lo hace no solo con un historial brillante, sino con una misión clara: elevar la experiencia del diseño, haciéndola más inclusiva, más humana y profundamente conectada con quienes habitan los espacios.
De nuevo en el penthouse de Fisher Island, Maria Gabriela mira hacia el horizonte—donde el mar se funde con el cielo en simetría perfecta. “Diseñar,” dice en voz baja, “es recordar cómo queremos sentirnos. Mi trabajo es hacerle espacio a eso.”