Uno de los últimos estrenos de Netflix lo tiene todo para triunfar en la plataforma. Los ejecutivos del estudio han juntado en una misma película los ingredientes que mejor les funcionan: chica estadounidense que se muda a Reino Unido, romance y dos de las estrellas de su propio catálogo, Sofia Carson y Corey Mylchreest. Esto es, en resumidas cuentas, lo que ofrece Mi año en Oxford, cinta que está disponible para ver desde el 1 de agosto y que ya está arrasando.
En solo una semana se ha colocado en el Top 10 de 34 países -incluyendo España- y ha llegado al número 1 en muchos de ellos. Lleva acumulados 24,6 millones de visualizaciones y podría seguir aumentando, viendo las reacciones que ha generado entre el público.
En Mi año en Oxford, Carson interpreta a Anna, una estadounidense que cumple su sueño de estudiar en Oxford. No tarda ni un día en enamorarse de un apuesto profesor, Jamie, pero éste tiene un secreto que podría revolucionar su vida. Jamie le insiste a Anna para que su relación sea «divertida» y ella pueda disfrutar de su estancia en Reino Unido, pero se vuelven inseparables.

Netflix
La película se basa en una novela homónima de Julia Whelan, la cual se ha encargado de adaptar Allison Burnett y Melissa Osborne. Dirige Iain Morris, quien estuvo nominado al BAFTA por The Inbetweeners, gran ‘sitcom’ británica que creó junto a Damon Beesley. «Simplemente no se puede tener un romance británico sin el humor británico icónico. La visión de Iain de esta película dio vida a un romance arrollador y desgarrador que se basa simultáneamente en la risa», explica Sofia Carson, que también es productora del largometraje.
Resulta que los sucesos de la película tocan muy de cerca al productor Marty Bowen, quien tuvo un romance apasionado durante el año que pasó en Oxford. «Era un tiempo limitado el que íbamos a estar allí, como en la historia. Pero eso hizo que la relación se intensificara mucho más porque había menos presión sobre el futuro», asegura.
«Vale la pena quedarse hasta el último minuto»
Las reacciones de la audiencia son de lo más variadas, pero quien sea fan de las comedias románticas y disfrute especialmente con estas historias de chicas estadounidenses en Europa encontrarán en Mi año en Oxford unas dos horas de puro entretenimiento.
«Este no es un romance cliché donde todo termina a la perfección. Es conmovedor, sincero y, lo más importante… El final me dejó alucinada. Lloré, de verdad. Definitivamente vale la pena quedarse hasta el último minuto. Una grata sorpresa«, dice un usuario en nuestra web hermana AlloCine.
Las críticas de la prensa, como cabe esperar, no compran demasiado la propuesta. «Un desastre aburrido y a menudo frustrante que con frecuencia no logra superar ni siquiera el listón extremadamente bajo de las comedias románticas que te hacen desconectar del mundo», escribe Callie Hanna en FandomWire.
Dos puntos de vista completamente opuestos que, sin embargo, siempre conviven en este tipo de estrenos. Lo dicho, café para los muy cafeteros.