
Disney en la actualidad es un gigante del entretenimiento que la mayoría reconoce y algunos adoptan como parte de su personalidad fan. Difícil no conseguirlo cuando haces clásicos animados imperecederos de los que haces remakes en acción real, o estás en posesión de marcas populares como Star Wars o Marvel. También cuentan con uno de los servicios de streaming más contratados tras Netflix.
Ahora tienen exitazos como Lilo y Stich, pero en otras áreas les está costando tener la dominación de antaño. Las películas de Marvel ya no son los supertaquillazos que acostumbraban a ser, y su servicio de streaming apenas da beneficios. Pero, aunque sorprenda, su mayor fuente de ingresos no viene ni del cine ni de la plataforma, sino de sus parques temáticos que traen a la empresa miles de millones de dólares de manera consistente.
Más dinero, menos gente
El año pasado consiguieron un récord de ingresos de más de 34.0000 millones, y todo esto antes de preparar una gran expansión con nuevas atracciones y actualizaciones de clásicas. Todo suena a que va viendo en popa, pero empiezan a haber signos de preocupación. Este récord de recaudación viene, principalmente, de haber subido los precios de entradas y convertir experiencias gratuitas en más vías para recaudar dinero de los turistas que visitan los parques.
Ahora mismo hay cierta preocupación sobre si la inflación de los precios no va a terminar siendo lo que rompa el crecimiento constante de esta división de Disney. The Wall Street Journal publicó un reportaje sobre cómo las vacaciones Disney se han vuelto tan caras que pueden acabar expulsando a la clase media y familiar que es su principal fuente de turistas, con una media de 4.266 de gasto para una familia de dos padres y dos hijos según estudios de Touring Plans, especializada en visitas de parques.
Disney World está harto de que los visitantes esparzan las cenizas de sus familiares en el parque: «es ilegal»
La realidad es que la asistencia a los parques de Estados Unidos bajó un 2% el último año, aunque los parques ahora saquen más dinero de cada visitante. A pesar del fuerte valor sentimental que muchos de los turistas sienten por Disney y les lleva a visitar estos parques temáticos, muchos están considerándolos una experiencia de lujo inviable. Un 74% de encuestados por el WSJ asegura que ir a un parque o a un crucero Disney se les va de presupuesto, mayormente por lo caro que es. Muchos otros señalan cada vez más desinterés en ir, o falta de tiempo.
Es una muestra de los tiempos económicos actuales. Los ingresos de las familias no aumentan necesariamente, y sin embargo los precios se elevan desmesuradamente. En el caso de Disney, las nuevas medidas para expandir atracciones y servicios les empujan a cobrar más para cubrir costes y mantener los notables beneficios. Pero se está acercando un punto donde el equilibrio se rompa totalmente.
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