Condenan a hombre que abuso sexualmente de una adolescente incapacitada y luego le envió el video del ataque
abril 23, 2025Explotó un almacén con municiones tras un incendio al este de Moscú
abril 23, 2025El brote de sarampión registrado desde enero en el oeste de Texas ha escalado de forma significativa y alcanzó los 624 casos confirmados, según datos oficiales del Departamento de Servicios de Salud del Estado de Texas (DSHS).
La situación ya ha provocado dos muertes infantiles, 64 hospitalizaciones y una propagación nacional que afecta al menos a 25 estados, según cifras del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC). Este brote es el más severo registrado en Texas en los últimos 30 años y podría poner en riesgo el estatus de eliminación de la enfermedad alcanzado en Estados Unidos en el año 2000.
El condado de Gaines, que limita con Nuevo México, se ha convertido en el centro del brote, con 386 casos, lo que representa más del 61% del total estatal, según el DSHS. Esta zona rural, ubicada a unos 140 kilómetros al oeste de Lubbock, presenta bajos índices de vacunación, especialmente entre niños en edad escolar. Las autoridades estatales advierten que el virus continúa propagándose a pesar de las campañas de concientización.
Según datos del informe de inmunización escolar 2023-2024 publicado por el DSHS, el 5,64% de los estudiantes de kínder en Texas no está vacunado contra el sarampión, mientras que en séptimo grado la cifra es de 2,34%. Esta brecha ha creado un entorno propicio para la propagación de la enfermedad.
En el vecino estado de Nuevo México, se han confirmado 65 casos, de los cuales 61 pertenecen al condado de Lea, fronterizo con Gaines. Este patrón geográfico ha sido confirmado por el análisis genético de algunos casos detectados en otros estados. El Departamento de Salud y Medio Ambiente de Kansas señaló que al menos uno de los 37 casos confirmados allí guarda relación genética con los brotes de Texas y Nuevo México.
La mayoría de los infectados son menores de edad. En Texas, 236 casos corresponden a personas entre 5 y 17 años, 186 casos a niños menores de cinco años y 178 a adultos mayores de 18 años. La edad de 24 pacientes no ha sido especificada en los reportes. Hasta el momento, 64 pacientes han sido hospitalizados, algunos con complicaciones respiratorias graves.
Las autoridades sanitarias confirmaron que 22 de los infectados habían recibido la vacuna contra el sarampión: 10 con una dosis y 12 con dos. El resto, es decir, 602 personas, son no vacunadas o tienen un estatus de vacunación desconocido.
Uno de los casos más trágicos fue la muerte de una niña de ocho años en Lubbock, ocurrida a principios de abril. La menor falleció por insuficiencia pulmonar causada por el sarampión, según informó el hospital UMC Health System. No estaba vacunada ni presentaba afecciones médicas previas. En febrero, un niño de seis años también murió a causa de la enfermedad, convirtiéndose en la primera muerte por sarampión en Estados Unidos en más de una década, según reportes de The New York Times.
A nivel nacional, el CDC ha confirmado 800 casos de sarampión en 2025, distribuidos en 25 estados, entre ellos California, Florida, Nueva York, Georgia, Tennessee, Washington y Alaska. El brote ya ha superado ampliamente los 285 casos reportados durante todo 2024.
Además de Texas y Nuevo México, estados como Indiana, Kansas y Ohio han registrado brotes significativos. En Montana, se reportaron los primeros cinco casos en 35 años, todos relacionados con viajes fuera del estado. Otros estados como Luisiana, Misuri y Virginia confirmaron recientemente sus primeros casos del año, vinculados a viajes internacionales.
La alta contagiosidad del virus ha generado alarma entre los epidemiólogos. Según el CDC, una persona infectada puede contagiar a nueve de cada diez personas no inmunizadas con las que tenga contacto cercano. El virus puede permanecer en el aire y en superficies hasta dos horas después de que una persona infectada haya abandonado un lugar. Los síntomas aparecen entre 10 y 21 días después de la exposición e incluyen fiebre alta, sarpullido, tos, secreción nasal y ojos rojos.
“Debido a la alta contagiosidad de esta enfermedad, es probable que ocurran más casos en el área del brote y en las comunidades circundantes”, advirtió por su parte el Departamento de Servicios de Salud de Texas.
La principal medida de prevención es la vacunación con la triple viral (MMR), que protege contra sarampión, paperas y rubéola. Según el CDC, una sola dosis tiene una eficacia del 93% y dos dosis alcanzan el 97%. La primera dosis se recomienda entre los 12 y 15 meses de edad, y la segunda entre los 4 y 6 años. En zonas afectadas por brotes, las autoridades pueden recomendar una dosis adicional a partir de los 6 meses.
Los CDC recuerdan que adultos nacidos después de 1957 que no tengan certeza sobre su vacunación deben considerar revacunarse, especialmente si recibieron vacunas antes de 1968, cuando se utilizaban versiones menos eficaces del inmunógeno.
El secretario de salud de Estados Unidos, Robert F. Kennedy Jr., cambió su postura tras el avance del brote. El 6 de abril declaró que “la forma más efectiva de prevenir el sarampión es la vacuna MMR”, aunque no se ha manifestado a favor de su obligatoriedad. En publicaciones anteriores, Kennedy promovió el uso de vitamina A como tratamiento, lo que generó críticas entre profesionales de la salud.
La Academia Estadounidense de Pediatría, a través de su presidenta Sue Kressly, advirtió que “confiar exclusivamente en la vitamina A en lugar de la vacuna MMR es peligroso e ineficaz”, y señaló que un exceso de esta vitamina puede causar daños hepáticos severos.