CNN
—
Con el objetivo de llevar a cabo más deportaciones masivas prometidas por el presidente Donald Trump, funcionarios de Florida comenzaron esta semana la construcción de un centro de detención de inmigrantes que presentan como “eficiente” y “de bajo costo”, porque la madre naturaleza proporcionará gran parte de la seguridad.
“Alligator Alcatraz”, como lo llama el fiscal general de Florida, James Uthmeier, se está construyendo en una pista de aterrizaje poco utilizada en los Everglades, la vasta extensión de pantanos y ciénagas que cubre gran parte del sur del estado y alberga una exuberante variedad de vida silvestre, desde cientos de especies de aves hasta linces, panteras, cocodrilos y caimanes.
“No es necesario invertir tanto en el perímetro. Si la gente sale, no les espera mucho más que caimanes y pitones”, dijo Uthmeier en un video de anuncio que presenta las instalaciones como “la ventanilla única para llevar a cabo la agenda de deportación masiva del presidente Trump” e incluye imágenes a cámara lenta de caimanes mordiendo.
La construcción de la nueva instalación en Florida se produce pocas semanas después de que Trump anunciara que había ordenado a las agencias federales reabrir la prisión original de Alcatraz, famosa por ser prácticamente ineludible debido a su ubicación en una pequeña isla del océano Pacífico frente a San Francisco. Durante su primer mandato, Trump planteó la idea de fortificar la frontera sur de Estados Unidos con una zanja llena de agua e infestada de caimanes, según informó el New York Times (Trump lo negó).
La construcción de “Alligator Alcatraz” supone una readaptación temporal del Aeropuerto de Entrenamiento y Transición Dade-Collier, que Uthmeier describe como “una antigua instalación aeroportuaria prácticamente abandonada justo en medio de los Everglades”.
El sitio tiene una superficie aproximada de 101 kilómetros cuadrados y cuenta con una pista de aterrizaje de unos 3.400 metros. Se encuentra a 60 kilómetros al oeste del distrito financiero de Miami y a solo 9,6 kilómetros al norte del Parque Nacional Everglades.
“Alligator Alcatraz” debería estar listo para albergar a detenidos la primera semana de julio, declaró Uthmeier el lunes en una entrevista con el controvertido comentarista de derecha pro-Trump, Benny Johnson. La construcción debería ser rápida, añadió Uthmeier, ya que la instalación constará de “infraestructura ligera”, como tiendas de campaña y remolques resistentes.
La Guardia Nacional también estará presente para ayudar a administrar las instalaciones, según Uthmeier, quien afirmó haberse reunido el domingo con el responsable de la frontera de la administración Trump, Tom Homan. Uthmeier indicó que el gobierno federal aprobó el plan más amplio de Florida para contar con otras 5000 camas en centros de detención para principios de julio, distribuidas en “un par de instalaciones, incluyendo lo que yo llamo Alligator Alcatraz”.
El fiscal general prometió procedimientos legales justos para los detenidos en las instalaciones y le dijo a Johnson: “Les daremos el debido proceso que todos estos tribunales dicen que necesitan”.
El centro temporal en construcción en los Everglades de Florida complementará la limitada capacidad que, según funcionarios de Trump, existe en los centros de detención de todo el país, mientras la Casa Blanca sigue presionando a las autoridades para que realicen al menos 3.000 arrestos diarios relacionados con la inmigración. Hasta la fecha, muchos detenidos han sido enviados a la Bahía de Guantánamo o deportados a la megaprisión CECOT de El Salvador.
Trump quiere reabrir una de las prisiones más infames de Estados Unidos. Así es como Alcatraz se ganó su reputación.
La secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, elogió el lunes el plan “rentable e innovador” del estado y escribió: “Ampliaremos las instalaciones y el espacio para camas en solo unos días, gracias a nuestra asociación con Florida”.
Noem afirmó que los nuevos centros de detención de Florida serán financiados en gran parte por el Programa de Refugios y Servicios de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA). Durante la administración Biden, los fondos del programa se destinaron a proporcionar alimento, refugio y atención a los migrantes liberados de la custodia del DHS.
CNN se comunicó con el DHS, la oficina del fiscal general de Florida y el alcalde del condado de Miami-Dade para obtener más detalles.
Los planes para construir la instalación en los Everglades han sido recibidos con fuertes críticas por parte de grupos de defensa del medio ambiente como los Amigos de los Everglades, quienes el domingo organizaron una protesta contra el centro de detención.
En una carta pública dirigida a Uthmeier y al gobernador de Florida, Ron DeSantis, el grupo dijo que el terreno donde se construiría el centro es “crucial para el futuro de los Everglades”.
“No abran la puerta al desarrollo en uno de los ecosistemas más frágiles e icónicos de Estados Unidos, rodeado por el Parque Nacional Everglades y la Reserva Nacional Big Cypress”, escribió el grupo.
Friends of the Everglades se fundó para oponerse a la construcción en el mismo lugar en 1969, dijo Eve Samples, directora ejecutiva del grupo, a la afiliada de CNN, WPTV .
En aquel entonces, se suponía que ese mismo terreno albergaría el Everglades Jetport, uno de los proyectos aeroportuarios más grandes y ambiciosos de la época. El plan se abandonó tras la construcción de una sola pista, por temor a que “destruyera el ecosistema del sur de Florida”, según un informe de 1969.
“Realmente parece una idea descabellada e improvisada”, dijo Samples sobre “Alligator Alcatraz”.
Es realmente irónico que el fiscal general del estado lo describa como un sitio prácticamente abandonado. Fue abandonado porque la gente de Florida, incluyendo a Amigos de los Everglades, se alzó para detenerlo en 1969 y 1970, declaró a WPTV.
