El funeral del papa Francisco será este sábado: su cuerpo será expuesto desde mañana en la basílica de San Pedro
abril 22, 2025Quiénes son los líderes que asistirán al funeral del Papa Francisco
abril 22, 2025Cientos de personas se congregan en la histórica Basílica de Santa María la Mayor, en pleno corazón de Roma, para conocer el que será el lugar de descanso final del papa Francisco, quien falleció este lunes a los 88 años.
El pontífice argentino, en un gesto que rompe con una tradición de más de tres siglos, eligió ser sepultado en esta imponente iglesia del siglo V, en lugar de la cripta de la Basílica de San Pedro.
En la entrada de la basílica, un libro de condolencias acompañado por una fotografía del Santo Padre recibe las firmas de los visitantes que llegan para rendir homenaje.
Mientras tanto, en el interior del templo se celebra una misa en la capilla donde el pontífice estuvo por última vez, un momento de recogimiento donde las fotografías no están permitidas durante la celebración litúrgica.
La elección de Francisco para su sepultura quedó clara en su testamento, publicado por el Vaticano horas después de su fallecimiento. “Sintiendo que se acerca el ocaso de mi vida terrenal y con una viva esperanza en la vida eterna, deseo expresar mi voluntad testamentaria únicamente en lo que respecta al lugar de mi sepultura”, escribió el jesuita argentino en el documento fechado el 29 de junio de 2022.
El papa eligió personalmente el sitio exacto donde descansarán sus restos: “el nicho ubicado en la nave lateral entre la capilla Paolina (capilla de Salus Populi Romani) y la capilla Sforza de la mencionada basílica papal”.
En una conversación recogida por el vaticanista español Javier Martínez-Brocal en su libro “El Sucesor”, Francisco describió cómo encontró el lugar: “Justo después de la escultura de la Reina de la Paz (la Virgen) hay un pequeño recinto, una puerta que da a un cuarto que usaban para guardar los candelabros. Lo vi y pensé: ‘Ese es el lugar’. Y ya está preparado ahí el lugar de la sepultura. Me han confirmado que ya está listo”.
El pontífice también dejó instrucciones precisas sobre la sencillez que deseaba para su tumba: un “sepulcro de tierra, sencillo, sin ninguna decoración particular y con una única inscripción: Franciscus”.
La elección de Santa María la Mayor no es casual. Jorge Bergoglio, profundamente devoto de la Virgen María, visitaba regularmente este templo para rezar, especialmente antes o después de sus viajes al extranjero.
Esta basílica, que forma parte oficialmente del territorio del Vaticano, alberga algunas de las reliquias más veneradas del catolicismo, como un icono atribuido a San Lucas que representa a la Virgen María con el niño Jesús en brazos, y fragmentos de madera que, según la tradición, proceden de la cuna del niño Jesús.
Estudios recientes han fechado científicamente estos fragmentos del período del nacimiento de Jesús, según informa la web oficial de la basílica. Estas reliquias están conservadas en un relicario de cristal de roca en forma de cuna.
La basílica tiene una rica historia que se remonta al siglo V. Según la tradición, la Virgen se apareció ante un rico patricio romano, Giovanni, y ante el papa Liberio (352-366), solicitando la construcción de una iglesia en su honor. El lugar elegido fue señalado con una nevada milagrosa el 5 de agosto. De esa primera iglesia, financiada por Giovanni, no queda nada, según el Vaticano. El templo actual fue construido hacia el año 432 a instancias del papa Sixto III en el monte Esquilino.
Una de las intervenciones más destacadas tuvo lugar en el siglo XVIII, cuando se reformó su imponente fachada. En ella sobresale la Logia de las Bendiciones, ubicada en lo alto del pórtico, con tres arcos sostenidos por seis columnas. Este espacio está adornado con una galería de estatuas de santos y papas, y mosaicos que ilustran la construcción del templo.
El interior de la basílica conserva una estructura similar a la original: la nave central está rodeada de 40 columnas jónicas y adornada con mosaicos excepcionales que representan escenas bíblicas.
Estos mosaicos bizantinos que decoran el ábside y la nave central están adornados con oro traído de América tras la llegada de los españoles, lo que les otorga un brillo casi celestial.
La iglesia también conserva un Belén encargado por el Papa Nicolás IV a Arnolfo di Cambio a finales del siglo XIII. Este Belén escultórico es probablemente el más antiguo conocido, una obra de incalculable valor histórico y artístico.
Con esta elección, Francisco se suma a la lista de siete papas que fueron inhumados en esta basílica a lo largo de la historia, siendo el último Clemente IX, en 1669. También descansan en este templo figuras ilustres como el arquitecto y escultor Gian Lorenzo Bernini, famoso por diseñar la columnata de la plaza de San Pedro.