Ganador de cinco premios Oscar y director de la considerada como una de las mejores películas de la historia y su también brillante secuela –El Padrino y El Padrino II-, Francis Ford Coppola cumplía en 2024 un sueño que llevaba persiguiendo prácticamente toda su carrera: una mastodóntica película llamada Megalopolis que había generado una enorme expectación porque el cineasta llevaba trabajando en ella 40 años.
Protagonizada por Adam Driver y Giancarlo Esposito, entre otros, y con un presupuesto de 120 millones de dólares que el propio Coppola financió de su bolsillo vendiendo parte de sus viñedos, el largometraje de dos horas y 18 minutos de duración debutó en el Festival de Cine de Cannes en primavera de 2024 entre críticas bastante desfavorables, mientras que en su exhibición en las salas de cine comerciales la cosa no fue mucho mejor.
A pesar de que Coppola había invertido cuarenta años de su carrera en desarrollar el concepto y esperado pacientemente el momento de llevarlo a cabo, el resultado no fue bueno. Descrita por el crítico de SensaCine Alejandro G. Calvo como «un desastre detrás de otro» y con una recaudación de poco más de 14 millones de dólares, Megalopolis terminaría siendo un fracaso que ahora está pasando factura a Francis Ford Coppola.
No obstante, el director sigue presentando con orgullo su obra y precisamente hace unos días acudió al Teatro Count Basie de Red Bank, Nueva Jersey, para presentar una proyección de su película y, a continuación, un debate sobre los cambios que nos aguardan en el futuro. El evento, como recoge Deadline, es solo una parada de una gira que incluye varias ciudades en Estados Unidos.
«No puse la película a la venta en ningún sitio donde la gente pudiera comprarla o tener un DVD ni nada de eso porque quería mantener viva la esperanza de una experiencia cinematográfica», explica Coppola a la publicación sobre su gira. «Mucha gente me dijo: ‘Bueno, ¿por qué no se puede proyectar de la forma habitual?’. Les dije: ‘Bueno, porque primero la voy a presentar de forma pública para dar un impulso, donde hablaré de la película al final, o mejor dicho, ilustraré algunos de los lugares a los que podría llevar la película si quisieran hablar de ella de esa manera. Y de ahí surgió la idea de una gira. Además, se proyectó en un cine en el formato previsto. Y las entradas se destinan a financiar su mantenimiento”.
A sus 86 años, Coppola no se arrepiente de su decisión ni de haber sumido algunos riesgos, puesto que no es la primera vez, pero sí reconoce que la inversión de tanto dinero de su propio bolsillo le ha generado algunos problemas. Sin ir más lejos, sacar adelante su nueva película.
En marzo de 2025, el director anunció que estaba trabajando en un nuevo proyecto: Glimpses of the Moon, un musical inusual al estilo de la década de 1930 cuyo guion está listo y cuya producción podría comenzar en cualquier momento si obtuviera el dinero necesario para ello.
Sin embargo, tras el batacazo económico de Megalopolis, Coppola necesita recurrir a las vías de financiación tradicionales de Hollywood y no es tan fácil encontrar inversores que tengan ganas de asumir riesgos.
Tampoco puede financiarla de su propio bolsillo:
Bueno, la cuestión es que gasté mis últimos cien millones de dólares
«Sé que suena gracioso, pero normalmente la gente que hace cosas así tiene mil millones de dólares. Este fue mi último… bueno, fueron 120 millones de dólares, más de lo previsto. Financieramente, es un poco complicado», explica Coppola a Deadline.
Basada en la novela Glimpses of the Moon de la autora estadounidense Edith Wharton, la película no requiere de un gran presupuesto como Megalopolis, sino que se trataría de algo más modesto, aunque dependerá de la confianza de algún estudio que podamos verla algún día.