
Durante décadas, el cine western estableció la idea de que los vaqueros eran héroes que intentaban sacar adelante su vida, pero tenían que luchar contra los salvajes indios, quienes estaban ahí para matar y aniquilar. En ese tipo de cine, la gran mayoría de las veces los nativos eran los villanos, lo que, sin duda, colocó un estigma sobre la comunidad indígena de América.
John Ford, como genio de las películas del Oeste, fue uno de los directores que más ayudaron a la creación de estos estereotipos, pero llegó un momento en que él mismo quiso enmendar lo que había hecho. Al final de su carrera desarrolló El gran combate, una película que retrata de forma más empática la difícil situación de los pueblos indígenas, en especial la historia real del éxodo cheyenne en 1878.
Si quieres disfrutar hoy de este título, puedes verlo a las 18.45h en Trece. Si eres fan de los western y no quieres perdértelo, grábalo en tu agenda porque la cinta no está disponible en ninguna plataforma de ‘streaming’. Eso sí, si dispones de Movistar Plus+ puedes grabarlo y verlo en otro momento.
«He matado a más indios que Custer, Beecher y Chivington juntos y la gente en Europa siempre quiere saber cosas de los indios», contó el cineasta en un libro de entrevistas escrito por Peter Bogdanovich. Ford reconoció la mala imagen que había ayudado a difundir a través de sus producciones, así que quiso despedirse de la industria con una cinta más sincera que le sirviera a modo de redención. «Toda historia tiene dos versiones, pero por una vez quería enseñar su punto de vista. Seamos justos: los hemos tratado muy mal y es una mancha en nuestro historial; los hemos engañado y robado, matado, masacrado y hecho de todo; pero si ellos matan a un solo hombre blanco, por Dios que sale el Ejército».
El gran combate se basa en el acontecimiento real del Éxodo Cheyenne del Norte entre 1878 y 1879, aunque Ford se tomó algunas licencias creativas. En 1878, los nativos cheyennes comenzaron un viaje desde las tierras en las que estaban confinados hacia el Norte, buscando huir de la masacre. En el centro de la acción se encuentran la maestra cuáquera Deborah Wright y su prometido, el capitán Thomas Archer que lidera una tropa de caballería del Ejército de los Estados Unidos. Cuando ambos se enteran de que los cheyennes han decidido regresar a Yellowstone se suman a su éxodo.

Warner Bros.
El intento de perdón de Ford se quedó a medias, al menos si lo vemos desde nuestra mentalidad actual. Ford rodó en Monument Valley, reserva navajo, y todos los miembros de la comunidad actuaron en la cinta -aunque los papeles protagonistas recayeron en actores mexicanos-. El problema es que la cinta cuenta la historia de los cheyennes, un grupo totalmente diferente. Por lo tanto, los diálogos que se escuchan en la cinta son, en realidad, navajo. Cuenta la leyenda que los nativos no respetaron ninguno de los diálogos en navajo que tenía el guion y se dedicaban a decir burradas mientras mantenían cara de circunstancias. Al fin y al cabo, nadie en el set hablaba el idioma.
Ford le tuvo mucho cariño a la película, pero la crítica lanzó comentarios muy dispares. Para algunos es una «hermosa y poderosa película» cuyo clímax, sin embargo, no es «ni un drama efectivo ni convincente ni fiel a la novela». El gran combate fue el último western de Ford y su penúltima película. No triunfó en taquilla tan bien como otros títulos, pero ahora se considera una de las películas más maduras y autocríticas de su filmografía.