Dos veces ganador del Oscar a Mejor director en el siglo XXI por Brokeback Mountain y La vida de Pi, hace tiempo que el director de cine taiwanés Ang Lee lleva tiempo sin estrenar ninguna película. Sus últimas producciones no funcionaron y el cineasta, aunque ha trabajado en diferentes proyectos a lo largo de los últimos años siendo el más comentado una película biográfica sobre Bruce Lee, se ha mantenido lejos de Hollywood desde entonces.
El pasado 2023, con motivo de un homenaje a su carrera organizado por la Universidad de Nueva York, no escondió su decepción: «Probé nuevas formas de hacer películas. Eso implica mucha presión. Eso trajo consigo presión económica, presiones de los estudios, hacer algo que nadie conoce realmente. Es mucha presión. Es bastante complicado [de maneras] que el público no ve», expresó a IndieWire.
Una de esas películas es Géminis, el último largometraje estrenado por el cineasta hace ahora ya seis años, en 2019, y que esta noche ofrece Antena 3 en su espacio de cine conocido como El Peliculón a las 22:10 horas.
En ella, Will Smith interpreta a Henry Brogan, un asesino profesional, que de repente se encuentra con que está siendo perseguido por un joven y misterioso agente que parece que puede predecir cada uno de sus movimientos. Para su asombro, resultará que el hombre que le persigue no es otro que una versión más joven de sí mismo.
Inicialmente ideada en 1997 y tras 20 años en desarrollo pasando por distintas manos y sin terminar de salir adelante, la película de ciencia ficción fue una realidad después de que Walt Disney Pictures vendiese los derechos a Skydance en 2016. ¿El principal problema con el que se habían encontrado? Pues que en los 90 filmar a un actor de dos edades diferentes resultaba un problema, puesto que los procesos de rejuvenecimiento que ahora hacen maravillas, aún no habían alcanzado el nivel actual.
Así, la solución que encontraron fue elegir dos actores diferentes. La primera dupla en la que pensó Disney fue Harrison Ford/Chris O’Donnell, pero el proyecto no llegaría a concretarse. Y lo mismo ocurrió con Nicolas Cage y Sean Connery.
Años después, una vez en las manos definitivas, el nuevo estudio contrató a Ang Lee y luego fichó a Will Smith como único protagonista, haciendo necesario el uso de técnicas pioneras que tuvieron un resultado visualmente impresionante.
Para lograr este resultado, Will Smith se trasladó a un escenario de captura de movimiento, utilizando sensores colocados en su cuerpo y cara. Luego, un ordenador se encargaría de animar la versión digital juvenil. «No se trata de regeneración o sustitución de imágenes. Junior se crea de forma totalmente digital y se guía al 100% por la captura de la interpretación», explicaba Bill Westenhofer, supervisor de efectos visuales. «Cada una de sus lágrimas, cada uno de sus golpes, absolutamente todo lo que vemos, es puro Will Smith».
Sin embargo, a pesar de los esfuerzos y de todo lo que costó sacarla adelante, el filme, lejos de repetir el éxito de otras de las películas más queridas o exitosas -o las dos cosas- de Ang Lee, como Brokeback Mountain, Tigre y dragón, La vida de Pi o Hulk, es considerado una de las peores decepciones en taquilla de la década de 2010, puesto que su recaudación de 174 millones se quedó muy lejos de ser suficiente para compensar el enorme presupuesto con el que había contado. El estudio había invertido 138 millones y las estimaciones apuntaron en su día a pérdidas de 75 millones o más para Paramount Pictures -según la fuente The Hollywood Reporter.
Si Géminis convenció medianamente a los espectadores la crítica fue bastante tajante para mal, tal y como demuestra su 26% en Rotten Tomatoes. No obstante, además de que su hazaña técnica sí fue elogiada y muy probablemente quedará en los anales del género, la cinta cumplió con una de las máximas de cualquier película: entretener. «A la película sólo le queda entonces funcionar desde el prisma de descerebrado producto de acción, y aquí hay que concederle que no lo hace mal. Siendo previsible a más no poder, Géminis entretiene todo el tiempo y su metraje se pasa en un suspiro», apuntaba la crítica de 3/5 estrellas SensaCine publicada con motivo del estreno de la película.