Cuando una de las grandes superestrellas fallece, dejan tras de sí un legado potente así como una fortuna considerable que se reparte entre sus múltiples herederos. Es fácil asumir que estas personas tienen la vida solucionada, e incluso sus futuros descendientes, gracias a la inmensidad de dinero que tienen que manejar.
Pero una mala gestión y acumulación de problemas pueden hacer que hasta la mayor de las fortunas se evapore. Es lo que se están temiendo medios económicos como el International Business Times, que hablando con una serie de expertos está indagando si la herencia de Michael Jackson está a punto de agotarse.
Y no hablamos precisamente de una cantidad menor. El rey del pop dejó a sus familiares unos activos y una liquidez estimada en 788 millones de dólares, que podía expandirse en el tiempo a poco que se gestionase bien la imagen del cantante. Pero los problemas acumulados de Jackson, que incluyen desde deudas previas hasta problemas legales varios, están poniendo en riesgo la fortuna familiar.
Una herencia erosionada
Aunque está consiguiendo muchos acuerdos extrajudiciales, la familia de Jackson aún tiene que lidiar con las acusaciones de abusos sexuales a menores que muchos están denunciando en los últimos años, incluyendo los protagonistas de Leaving Neverland. Su equipo legal protege debidamente a los herederos de que se manche en exceso el legado, pero su situación es vulnerable si alguno de los juicios se complican y deben pagar daños a las víctimas. En este caso, dadas las reclamaciones millonarias que hacen los acusados, las obligaciones de pagos pueden exceder la liquidez disponible y obligar a vender algunos activos lucrativos.
Unos activos que podrían no estar siendo gestionados como debían, lo que está causando enfrentamientos entre los miembros de la familia. Paris Jackson, la hija de Michael, ha criticado numerosas veces a los gestores del patrimonio y ha acudido a los tribunales para detener pagos hasta que haya una mayor transparencia en la administración económica. Por otro lado, los acuerdos llegado con compañías como Sony para controlar el catálogo musical han generado rechazo por parte de la matriarca de la familia Jackson, Katherine, que cree que va en contra de los intereses de su difunto hijo y se encuentra también buscando cómo arregrarlo por la vía judicial.
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A eso hay que sumar deudas acumuladas por el cantante en el momento de su muerte, sobre todo en materia de impuestos eludidos y tejemanejes para alterar la estimación de sus activos. En 2021 un juez estimó que la imagen registrada de Jackson valía unos 4,15 millones de dólares, muy por debajo de los 161 millones que la Hacienda pública estadounidense calcula que valía realmente. La tesorería del país estima que Jackson debía unos 700 millones entre impuestos atrasados y multas, además de la mala estimación de activos y acuerdos.
De ahí que la familia esté interesada en mantener impoluta la imagen del cantante, incluyendo movimientos como el inminente biopic Michael que revalorice su legado y su importancia como icono pop. Es bastante posible que la familia siga viviendo de las rentas que dejó Jackson, pero es un problema que a algo tan voluminoso como este patrimonio haya que estar achicándole agua todo el rato.
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