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mayo 14, 2025La elección de Robert Francis Prevost como el papa León XIV resonó en todo el mundo, en parte porque es el primer líder de la Iglesia católica graduado en Ciencias Matemáticas. Eligió su nombre papal en honor a su predecesor, León XIII, quien guio a la institución a través de la gran revolución industrial de finales del siglo XIX.
El nuevo papa no es ajeno a la abrumadora influencia tecnológica en la sociedad. En una de sus primeras declaraciones como pontífice, señaló a la inteligencia artificial como uno de los grandes desafíos que tiene la humanidad por delante. Ello ha llevado a no pocas personas a preguntarse si León XIV es el primer papa en asumir una postura que aborde con mayor seriedad asuntos relativos a la ciencia y la tecnología.
La respuesta corta es no. A lo largo de la historia ha habido otros líderes de la Iglesia católica con inclinaciones científicas, y algunos de ellos han tenido contribuciones importantes al progreso social, tecnológico y científico. La respuesta larga es que, en realidad, durante la época medieval y renacentista, las figuras eclesiásticas solían recibir una educación multidisciplinaria, con formación en teología, filosofía, lógica, matemáticas, astronomía y artes. Salvo contadas controversias, la relación histórica entre la Iglesia y el conocimiento científico ha sido relativamente armónica.
Dicho lo anterior, te dejamos algunos papas notables con formación científica, los llamados “papas científicos”, que contribuyeron al conocimiento de su época.
Papa Silvestre II (Gerberto d’Aurillac)
Papa Silvestre II, el inventor.
Bibliothèques de Reims
Fue el primer papa francés de la historia, conocido como “el papa del año 1000”. Fue un erudito en aritmética, geometría, astronomía y música. Esta afinidad por lo que entonces se conocía como las artes liberales, lo llevó a introducir el sistema decimal islámico y el uso del cero en Francia. Además, inventó el ábaco de Gerberto, un dispositivo de 27 compartimentos de metal, donde se depositaban fichas con números arábigos. El instrumento permitía multiplicar y dividir. Algunos lo consideran un antecedente moderno de las calculadoras modernas.
La vida del papa Silvestre II está envuelta en mitos y acusaciones de herejía, la mayoría de ellas fueron consecuencia de su preferencia por las ciencias exactas y los artilugios que diseñaba. Algunos relatos lo vinculan con la construcción de un busto o de cabeza parlante que estaba en su aposento y al cual le consultaba sus dudas. La naturaleza de esa supuesta invención varía entre un autómata mecánico y un objeto maldito.
Papa Juan XXI (Pedro Julião)
Papa Juan XXI, el médico.
Print Collector/Getty Images
Juan XXI fue el papa número 187 de la Iglesia católica, de 1276 hasta su abrupta muerte en 1277 (menos de un año). Estudio en la Universidad de París y se concentró en estudios de medicina, teología, física, metafísica y lógica. Como académico, Pedro Julián publicó el libro de medicina Thesaurus pauperum y fue maestro en la Escuela de Lisboa.
Algunos historiadores han relacionado la figura del Papa Juan XXI con el autor Petrus Hispanus, quien escribió el manual de lógica Summulae logicalis magistri Petri Hispani, un texto fundamental utilizado en las universidades europeas de su época. Se cree que el catedrático usó un pseudónimo para publicar sus proyectos académicos mientras ascendía en la jerarquía eclesiástica. Su muerte ocurrió en un trágico accidente, cuando el techo de su estudio, construido para que pudiera investigar sin distracciones, colapsó sobre él.
Papa Gregorio XIII (Ugo Boncompagni)
El papa Gregorio XIII, el que ajustó el calendario.
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El papa Gregorio XIII gobernó de 1572 a 1585. No fue un científico, sino abogado. Estudió jurisprudencia en la Universidad de Bolonia y fue doctor en derecho canónico y civil. Es una leyenda en la historia de la ciencia debido a que fue la autoridad que instauró el calendario que seguimos usando, con 12 meses y 365 días (por ende, el calendario gregoriano).
La adopción de este nuevo sistema de medición de tiempo solucionó el desfase que surgía del entonces calendario juliano, que tenía 11 minutos y 14 segundos más que el año solar. Gregorio XIII, por supuesto, no inventó el calendario, pero aceptó la asesoría del astrónomo y matemático Christopher Clavius, quien se encargó de los cálculos. La decisión fue impulsada, en parte, por la mentalidad académica del papa, abierta a los cambios.
Papa León XIII (Gioacchino Pecci)
Papa León XIII.
ullstein bild Dtl./Getty Images
El papa que inspiró al recientemente elegido líder de la Iglesia no solo tuvo que lidiar con la revolución industrial, también fue un fundador de escuelas de filosofía, de iniciativas académicas y también dio paso a la reapertura del Observatorio Vaticano. Desde entonces, el centro funciona como una escuela de astrónomos. León XIII no fue exactamente un científico, pero tuvo una educación multidisciplinaria en la Pontificia Universidad Gregoriana.
Una relación complicada
“Papas científicos” aparte, la Iglesia católica, en general, ha tenido buena relación con la ciencia. Incluso en los casos más famosos de tensión, como la aceptación del modelo heliocéntrico (la Tierra gira alrededor del Sol), la historia presenta distorsiones. Por ejemplo, el papa Clemente VII mostró interés en los tratados de Nicolás Copérnico en 1532, y la supuesta condenación de Galileo Galilei, 100 años después, no terminó en una ejecución, como dice el mito, sino en arresto domiciliario. Finalmente, en 1992, el papa Juan Pablo II reconoció oficialmente los errores de la Iglesia en el proceso contra Galileo.




