Odegaard recupera su magia

Aún queda para ver al mejor Martin Odegaard, pero el capitán gunner está en camino. Como mínimo, el noruego ha recuperado su magia. Ante el Olympiacos, en la segunda jornada europea, lo demostró. Suya fue la asistencia del definitivo 2-0, obra de Saka, que quitó el susto del cuerpo a Mikel Arteta. Tan superiores se vieron los londinenses ante el equipo de José Luis Mendilibar que a punto estuvieron de meter la pata. Menos mal que la mejor versión de Raya nunca se ha ido.

Un gol de Martinelli al inicio del encuentro, dos grandes intervenciones del guardameta español, una actuación sobresaliente del noruego, ‘MVP del Partido’; y la mencionada sentencia del starboy inglés le bastaron al Arsenal para sumar su segundo +3 del curso europeo. Una victoria que gustó al Emirates Stadium pero que, a buen seguro, no dejará satisfecho a Mikel Arteta. Un ansioso Gyökeres y un desacertado Trossard perdonaron muchísimo y casi lo acaban pagando caro.

Un gol, mil ocasiones

Octubre llegó al norte de Londres sin lluvia y con una temperatura más que agradable. Aún así, los gunners se las apañaron para que se les mojase la pólvora. Solo un gol marcó el Arsenal durante los primeros 45 minutos, y no fue porque los pupilos de Mikel Arteta no gozasen de mil y un ocasiones para haber sentenciado el encuentro antes de poner rumbo a vestuarios. Especialmente, en los pies de Viktor Gyökeres.

El contador lo inauguró Martinelli con un remate de cabeza, clarísimo, en el 2′. Al menos, el brasileño se resarció haciendo el 1-0 en el 12′. El tanto pudo ser del ariete sueco, pero el meta visitante le ganó la partida en el mano a mano. El rechace se fue al palo, y ahí apareció el extremo gunner para remachar, a placer, la jugada. Martinelli, héroe del Arsenal en San Mamés y goleador ante el Manchester City, está siendo más determinante que nunca en este tramo de curso.

A partir de ahí, el equipo de Mikel Arteta se dedicó a perdonarle la vida a José Luis Mendilibar y los suyos. Gyökeres pecó de egoísta en más de una ocasión y mandó dos claras ocasiones al limbo, y Gabriel no estuvo tan acertado como de costumbre en el balón parado. A punto estuvieron los gunners de pagar cara su falta de puntería, y es que si no fuera por Raya y su enésimo paradón de la temporada, a un disparo de Podence que iba a la escuadra, el partido se habría ido 1-1 al descanso.

Raya para, Odegaard brilla

Lejos de mejorar su puntería, el Arsenal jugó tanto con fuego durante los segundos 45 minutos que a punto estuvo de quemarse. Trossard se vistió de Gyökeres para ser él quien desperdiciase las mejores ocasiones de los gunners durante el segundo tiempo. Mientras el capitán Odegaard volvía a brillar sobre el césped, recordando a su mejor versión, Mikel Arteta se desesperaba en la banda. Y no era para menos. El Olympiacos empató tras otra gran intervención de David Raya, pero el tanto fue anulado por fuera de juego. Uy, Arsenal.

El conjunto londinense llegó a perder el dominio del balón y terminó pidiendo la hora en su propia casa, también por culpa de Tzolakis. A falta de 10 minutos, el meta visitante le negó a Odegaard un gol que habría sido la guinda perfecta a su sobresaliente actuación, y es que el noruego filtró pases y lanzó a sus compañeros tan bien como de costumbre.

Primero el meta con un paradón en el disparo a pase de la muerte, y después el zaguero con el tacón, evitaron el 2-0 local. Raya hizo lo propio con la última gran ocasión del conjunto de El Pireo, permitiendo que el Arsenal, no sin sufrir, sumase su segundo triunfo europeo del curso. Ya en el tiempo añadido, con un disparo desde el interior del área que se coló entre las piernas del guardameta y tras una brillante asistencia de Odegaard, Saka apuntilló a José Luis Mendilibar.

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