Elegido por Los Angeles Lakers con el pick 2 del Draft 2017, Lonzo Ball parecía tener muchas cosas para ser uno de los mejores bases de la NBA.
Pero muchas cartas jugaron en su contra en los últimos años. El traspaso a unos New Orleans Pelicans que nunca terminaron de funcionar, lesiones graves de rodilla, un paso olvidable por Chicago Bulls con apenas 70 partidos jugados en cuatro años…
A unas semanas de cumplir 28 años su carrera volvió a tener un movimiento importante. Buscado por varios equipos de la liga, Ball acaba de ser traspasado desde unos poco competitivos Bulls a Cleveland Cavaliers, el mejor equipo de la última Fase Regular de la Conferencia Este.
Con apenas un año de contrato garantizado por delante (luego Cleveland tendrá una opción para retenerlo por 10 millones de dólares en la 2026-2027), Ball parece jugarse todo en el próximo curso para demostrar que todavía es alguien útil en la NBA. Y por suerte para él, podría haber caído al lugar ideal.
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Por qué Lonzo Ball puede relanzar su carrera con éxito en Cleveland Cavaliers
Después de varias operaciones en su rodilla izquierda, incluido un trasplante de cartílago y meniscos hace poco más de dos años, el estado de salud de Ball es y será siempre una incógnita. En la temporada pasada solo disputó 35 partidos (14 como titular) con los Bulls, promediando 22.2 minutos por partido.
Un equipo de baja calidad como los Bulls actuales poco pueden exprimir de esta condición de Ball. ¿Pero un contendiente al título que busca alguien que pueda tomar algunos minutos de calidad en su rotación? Parece ser el escenario indicado para Lonzo, y eso es Cleveland.
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Para los Cavaliers, Ball es un guardia de muy buen tamaño (casi dos metros de altura), con experiencia (aunque todavía no ha jugado en Playoffs a lo largo de su carrera), talentoso y que solo será el séptimo jugador mejor pago del equipo, el mismo lugar que debería ocupar en la rotación.
Isaac Okoro jugó unos 14 minutos por partido en Playoffs en la larga rotación de 10 jugadores de Kenny Atkinson y Ball parece ser capaz de un poco más, pero sin ser sobreexigido estaría en un escenario en el que puede formar parte de un equipo competitivo al mismo tiempo que su cuerpo es protegido.
Piénselo como algo similar lo que fue Shaun Livingston en los mejores años de Golden State Warriors: un base de entre 15 y 20 minutos por partido, que llegó a la franquicia a una edad similar y con un grave historial de lesiones y allí tuvo el mayor éxito de su carrera, siendo miembro de la rotación del equipo que ganó tres títulos y perdió otras dos Finales.
Ball tiene un tiro confiable (36.2% de acierto en triples en su carrera), lee bien el juego, es lo suficientemente grande como para defender a cualquier guardia y es un jugador capaz de ser muy útil en ataque en Playoffs acompañando a Darius Garland o Donovan Mitchell.
Ser uno de los mejores bases de la NBA ya no puede ser un objetivo realista para Ball con todos los infortunios que sufrió, pero si puede ser una pieza destacada para un equipo que tiene con qué aspirar a jugar las Finales NBA 2026.
