Por qué Max Verstappen será ahora un factor diferente en la lucha contra McLaren

«Una carrera miserable», con esas palabras resumió Max Verstappen su domingo, tras lo que para los fans neutrales fue una carrera espectacular bajo la lluvia. Pero la historia completa del GP de Gran Bretaña va mucho más allá. El fin de semana de Fórmula 1 en el histórico circuito de Silverstone es, en muchos sentidos, un buen resumen de la temporada de Verstappen hasta ahora. Esa comparación comenzó ya en la jornada de medios, donde Verstappen tuvo que responder a varias preguntas sobre su futuro. Es parte de este año: mientras Red Bull no rinda como se espera y no haya claridad, su futuro seguirá siendo tema de conversación en el paddock.

La puesta a punto extrema dice mucho sobre la situación de Red Bull

La acción en pista también siguió el patrón de este año. Red Bull tuvo dificultades el viernes con el RB21, y Verstappen —como tantas veces— se quejó de subviraje. En Silverstone llegó a calificar el comportamiento del auto como «increíble», y no en el buen sentido. Esto encaja con el patrón de 2024, donde la ventana operativa del RB21 es muy pequeña. Esto aplica tanto a las condiciones en las que el auto funciona como al balance general. Red Bull necesita condiciones y circuitos muy específicos para competir con McLaren.

El segundo aspecto es la puesta a punto, también con una ventana muy limitada. Esto tiene que ver con las condiciones, pero también con cómo se comporta el coche en general. A menudo, el trabajo en el simulador no coincide con la realidad y el equipo tiene que rehacer todo el planteo el viernes por la noche. Por eso, Red Bull suele ser el equipo que más mejora entre viernes y sábado.

A veces eso exige decisiones extremas, como en Silverstone. Red Bull y Verstappen decidieron reducir carga aerodinámica con un alerón trasero más chico. Funcionó para la clasificación, pero es algo que McLaren no necesita hacer. Red Bull solo pudo ser competitivo en seco haciendo ese ajuste, mientras que McLaren no tuvo que tomar riesgos para ser veloz. Eso demuestra el contraste con los años de dominio reciente.

En 2022 y 2023, por ejemplo, en Spa-Francorchamps, Red Bull estaba en una posición de lujo. El auto era tan rápido que podía usar más carga aerodinámica que sus rivales sin comprometer su velocidad en recta. Este año la situación es la inversa. En Silverstone, la lluvia duró más de lo previsto, lo que perjudicó aún más a Red Bull.

Foto door: Red Bull Content Pool

El alerón trasero no ayudó, y Verstappen también cometió un error con un trompo que le costó ocho posiciones y condicionó su carrera. Sin embargo, él mismo admitió que el ritmo simplemente no estaba: «Después del trompo no tenía más ritmo que los que me rodeaban. Esa era mi velocidad y no era buena», dijo. «El alerón trasero lo complicó todo, pero incluso con más ala no habríamos podido luchar contra McLaren».

Ese comentario lleva a la conclusión principal. Red Bull introdujo un nuevo piso entre Austria y Gran Bretaña. Funciona, sí, pero no cambiará la temporada. «Las actualizaciones funcionan, sin duda. Pero no son suficientes, y lo sabemos», dijo Verstappen. Helmut Marko ya había bajado los brazos en Austria, y lo repitió en Silverstone: «Tenemos algunas piezas nuevas por venir, pero ya vimos que no alcanzará. Creo que debemos aceptar que McLaren es superior y será muy difícil acercarnos a ellos este año».

La carrera del domingo fue otro baño de realidad, como ya ha ocurrido varias veces en 2024.

Verstappen, otra clase de amenaza en la lucha con McLaren

Con 69 puntos de desventaja en el campeonato de pilotos, Verstappen ya prácticamente no tiene chances de título. El doblete Austria–Gran Bretaña marcó una tendencia para lo que queda del año. Red Bull presentará más mejoras en Spa, pero el foco —como en todas las fábricas— está puesto en 2026. Dar vuelta la temporada ya no parece factible, especialmente porque el problema no es solo de ritmo puro, sino también de puesta a punto y gestión de neumáticos.

Por eso, Verstappen solo puede enfocarse carrera a carrera, buscando triunfos aislados o momentos especiales, como su vuelta de pole el sábado o su adelantamiento a Piastri en Imola.

Esto sigue siendo clave también para McLaren. Verstappen ya no pelea el título, pero sigue siendo un factor en esa lucha, porque casi siempre se clasifica adelante y obliga a los pilotos de McLaren a enfrentarlo. Y como ya no tiene nada que perder, puede tomar más riesgos. Su posición en el campeonato no importa, y en constructores Red Bull parece encaminado al cuarto puesto pase lo que pase.

Incluso los puntos de penalización (aunque dos se le vencieron el 30 de junio) ya no son un gran obstáculo: una suspensión no afectaría demasiado. Puede defender agresivamente sin preocuparse por el título. Es la misma mentalidad que tenía antes de 2021, cuando Red Bull no tenía coche para el campeonato y corría por el éxito de cada domingo.

Verstappen ya lo anticipó antes de Silverstone: «Ya no estoy en la lucha por el título, así que queremos divertirnos y vamos a pelear». Es una advertencia para Norris y Piastri, quienes deben tener cuidado pero también arriesgar, ya que son sus principales rivales. Esa dinámica añade una capa interesante a este cierre de temporada.

Tras un fin de semana que reflejó perfectamente su año, a Verstappen solo le queda pelear por victorias individuales. La batalla naranja contra papaya continúa, pero con una dimensión distinta: ya no por el título, pero sí con mucho en juego en cada carrera.