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La oficial llamó a las autoridades y se entregó, tras confesar los hechos.
Los agentes de policía son funcionarios encargados de velar por la seguridad de las comunidades a su cargo. Cuando estos uniformados son quienes violan las reglas, es motivo para preocuparse. Especialmente porque se trata de funcionarios armados y en teoría, deben tener criterio para utilizar estos dispositivos.
En este contexto, el Departamento de Policía de Miami atraviesa un caso interno que involucra a dos de sus miembros. Una discusión de pareja derivó en la intervención de las autoridades del condado y en la apertura de un expediente judicial.
El episodio generó atención porque los dos involucrados pertenecen al mismo departamento policial. Sin embargo, sus diferencias personales pusieron en peligro no solamente a ambos, sino también el uniforme que portan.
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En el sur de Florida son lamentablemente comunes los episodios de violencia doméstica y son los agentes policiales quienes responden a estas situaciones. En esta ocasión, fueron dos oficiales de la Policía de Miami quienes protagonizaron el altercado.
Cómo inició la disputa
De acuerdo con los reportes, Sthephany Canizares, una agente de policía de 27 años, discutió con su pareja y padre de su hija, el oficial Vigo. El motivo de esta pelea fue que ella encontró mensajes “inapropiados” en su teléfono.
La tensión subió hasta el punto en que ella salió de la vivienda con un arma en la mano. Vigo reaccionó entrando a la casa, tomó a su hija de la cuna y buscó su propia arma en una caja fuerte antes de encerrarse con la niña en un cuarto.
En medio de este movimiento escuchó el sonido de un disparo.
Canizares fue quien primero llamó a las autoridades, alegando que su pareja la retenía contra su voluntad. Cuando los agentes del Miami-Dade Sheriff’s Office llegaron, ella salió corriendo y evitó hablar con ellos.
En vista de su evasión, los oficiales escucharon la versión del agente Vigo, quien les comentó lo que había ocurrido.
Sthephany Canizares | Foto: NBC
Horas más tarde, Canizares volvió a comunicarse, admitió que disparó y pidió entregarse. Al revisar su pistola, los agentes encontraron una vaina servida dentro. Esto les demostró que en efecto sí accionó el arma.
Qué sigue para la oficial de policía de Miami
La fiscalía presentó cargos contra Canizares por asalto agravado con arma de fuego y por disparar en un área residencial. Sin embargo, un juez del condado de Miami-Dade concluyó que no había pruebas suficientes para sostener el primer cargo.
Con esto en mente, redujo el caso a un delito menor: disparar un arma en público o en propiedad residencial. Con esa decisión, la fianza quedó fijada en 500 dólares.
El juez permitió que Canizares continúe en contacto con Vigo, siempre que no ocurran nuevos episodios de violencia. En paralelo, la Policía de Miami la relevó de sus funciones con paga mientras avanza la investigación interna.
La funcionaria, que incluso participó en actos públicos del departamento, ahora enfrenta un proceso que definirá su futuro en la institución.
