Si hay un director que no teme explorar distintos géneros, ese es Jim Jarmusch. Icono del cine independiente USA, su carrera está trufada de cintas peculiares y extravagantes, protagonizada por seres que parecen de otro planeta, pero que, precisamente por eso, son mucho más humanos que otras cintas de similares temas.
Protagonizada por Johnny Depp, este neowestern trata la historia de William Blake, un hombre que decide abandonar un puesto de trabajo estable como contable en Cleveland tras recibir una oferta de trabajo en Machine, una ciudad industrial y solitaria que se encuentra situada al oeste de los Estados Unidos. Cuando llega, para su sorpresa, ve que su puesto ya ha sido ocupado por otra persona.
Pronto, se masca la tragedia: Charlie Dickinson, el hijo del dueño de la empresa, mata a su mujer cuando la encuentra acostada con Blake, y este, a su vez, mata a Dickinson. Este será el punto de partida de la pesadilla de Blake cuando se vea acosado por tres cazadores de recompensas a la vez.
Dead Man es la sexta película de Jim Jarmusch, una de las caras más reconocibles del cine indie. Como todas las películas de culto, Dead Man ,rodada en blanco y negro, tuvo críticas enfrentadas en su estreno, allá por 1995. Desde «Espléndida película con un gran prólogo y el mejor actor joven del mundo» que escribió Cinemanía hasta «Una película extraña, lenta, poco gratificante, que nos da más tiempo para dilucidar sobre su significado, que un significado» del genial Roger Ebert, pasando por un «El público que esté sintonizado con la sensibilidad cómica de Jarmusch se deleitará, pero para los no iniciados, sus zonas más áridas seguramente les inducirá al bostezo». Como podéis habido apreciar, críticas para todos los gustos.
Y es que Dead Man no es una película fácil. El Oeste que Jarmusch describe aquí rehuye de cualquier cliché, rebozándose en lo bizarro. Por ejemplo, tenemos a caníbales travestidos (Iggy Pop, amigo personal del director), tramperos racistas (con un delirante Billy Bob Thornton), pueblos tremendamente sucios y repleto de villanos (algo más propio del espagueti western que de John Ford)… Si alguien ha visto Los muertos no mueren, aproximación de Jarmusch al cine de zombies, puede tener una idea de a qué atenerse.
En el nuevo Tarde de perros, Alejandro G. Calvo junto a Noel Ceballos, Ana Jiménez Pita y Rubén Lardín analizan este singular western. Si no pudiste asistir a la proyección, no hay problema: ya puedes verlo completo en el canal de YouTube de SensaCine. Y si quieres ver la película antes en casa, la tienes disponible en Filmin y Prime Video. ¡Que lo disfrutes!